El mar Mediterráneo se asomó en la noche del sábado 8 de agosto a la Plazoleta de San Sebastián y trajo su aroma vestido de fiesta ibicenca. La cita, que puede ser calificada como una de las que hacen época, se prolongó hasta altas horas de la madrugada y sirvió como incomparable punto de encuentro para la juventud de la Hermandad, que disfrutó de una inolvidable velada a la luz de la luna llena y con el tenue resplandor de unas velas, que desde la entrada de la Casa de Correos marcaban el camino hasta el interior y servían como única iluminación
En el patio, tal vez el lugar con una vista más bella de Alhaurín, el olor a varillas de incienso se mezclaba con un color blanco que fue el único presente en las ropas y complementos del más de un centenar de asistentes, entre los que no faltaron directivos y miembros de los grupos jóvenes de las cofradías malagueñas del Monte Calvario, Salud y Dolores de San Juan, así como del Resucitado de Vélez-Málaga.
Zapatos, camisas, vestidos y bolsos sirvieron como complementos de un entorno en el que los candelabros y los adornos de tela blanca contribuyeron a crear una atmósfera mágica y misteriosa que tuvo como sonidos no sólo la música house y el chill out que eran de esperar, si no también el pop, el rock, las sevillanas e incluso alguna que otra marcha procesional que también rasgó una madrugada alhaurina. En definitiva, una velada inolvidable de la que fueron protagonistas, una vez más, los jóvenes de la Hermandad, organizadores de un novedoso evento que podría repetirse en años posteriores y que vuelve a consolidar como referente incuestionable al Grupo Joven, el primero creado en la localidad, y sin duda uno de los más activos y dinámicos de la provincia.
