La Guardia Civil imputa el robo a un grupo de británicos a los que se le atribuyen una treintena de asaltos
Se hicieron pasar por obreros, colocaron unas vallas para cortar la avenida de Méjico, en Mijas Pueblo, y en apenas unos minutos destrozaron las vitrinas de una joyería para llevarse 30.000 euros en alhajas. El robo fue de película, pero como ocurre en la ficción, los malos siempre acaban entre rejas. La Guardia Civil ha imputado el atraco a la joyería Mijas Diamond & Javerly Center del pasado 26 de mayo a una banda desarticulada en Coín a la que se le atribuyen una treintena de robos en la provincia y de la que informó ayer este periódico.
En los dos registros realizados en sendas viviendas de Coín y Alhaurín el Grande, los agentes encontraron anotaciones para planificar el golpe. Fuentes próximas al caso creen que alguno de los asaltantes se hizo pasar por turista para entrar en la joyería y hacer un croquis del local aprovechando las visitas guiadas que organiza el establecimiento (primero recorren el pueblo y luego acaban en la joyería). Además, también se han intervenido armas simuladas, caretas, pasamontañas e incluso la ropa que usaron para el atraco (grabado por las cámaras de seguridad del establecimiento). Lo que apenas se ha podido recuperar, al menos de momento, son la mayor parte de las joyas. De hecho, se han encontrado incluso recibos de tiendas de empeño donde los ladrones podrían haberse deshecho de las alhajas, por lo que la Guardia Civil está tirando del hilo hasta dar con su paradero.
La banda estaba formada por seis jóvenes de procedencia británica, tres de los cuales ya han sido detenidos. La operación sigue abierta, si bien el grupo se da por desarticulado.
