Un total de 91 granadas de mortero sin cabeza percutora pero con contenido explosivo han sido halladas recientemente semienterradas en Cañón,según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
El hallazgo fue comunicado al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) por el guarda de campo de la Sociedad de Cazadores y se cree que las granadas quedaron al descubierto por la acción del agua en su discurrir por la cañada.
El Seprona avisó al Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos (GEDEX), que acudió al lugar, retiró las granadas y realizó una prueba de detonación que resultó positiva, ya que se originó una explosión, por lo que las granadas fueron custodiadas por la Guardia Civil para su posterior destrucción.
Las investigaciones han permitido constatar que el lugar donde se hallaban las granadas había sido empleado como campo de tiro hace unos cuarenta años, tiempo que se calcula, por el deterioro de las mismas, que llevaban allí enterradas.
